¿Qué es el blockchain?
Las ultimas tendencias nos han demostrado que toda la información que intercambiamos en Internet deja de pertenecernos en el momento que la enviamos a la red. De modo que para que esta llegue a nuestro receptor, primero es procesada por un intermediario, sobre todo cuando lo que deseamos intercambiar son transacciones financieras.
Sin embargo, las nuevas tecnologías se han estado enfocando en como podemos hacerlas cada vez más directas, y protegiendo nuestra privacidad. Allí es donde surge lo que ya hemos escuchado como Blockchain o «Cadena de Bloques»
Se puede asemejar a un gran libro mayor contable, el cual registra todas las transacciones realizadas en la red. Su particularidad es que se rige por un grupo de determinado número de usuarios que observarán la transacción y si todos coinciden en lo observado, finalmente se permitirá la misma y pasará al registro principal.
La cualidad de necesitar más que un único observador, permite que las transacciones no sean duplicadas sin validez, y los fondos o archivos enviados no sean desviados de su destino original.
Su funcionamiento consiste en que la transacción comienza cuando se envían los datos necesarios al nodo más cercano, luego de ser validado, es enviado a los demás nodos de la red, almacenándose en la copia de todas las transacciones realizadas desde los inicios del Blockchain. Luego, estos datos son enviados al nodo más cercano al destinatario para que finalmente este de por culminada la transacción.
Los registros se llevan a cabo en un bloque, el cual a través del minado, se procesan los datos con la información numérica relacionada. Al cerrarse el bloque, el nodo se conecta automáticamente con otros, almacenando la información compactada junto a los otros nodos que poseen los datos de todo el sistema, manteniendo la validación de todos los observadores. Estos nodos son ordenadores o chips conectados a la red, ellos distribuyen una copia en tiempo real cada vez que un bloque se confirma y se añade a la red.
Al ser un sistema tan nuevo, que data apenas del 2009, tiene 3 características básicas necesarias para utilizarlo con éxito:
Para que la información sea confiable y pueda registrarse de manera exitosa, debe haber una única dirección del origen que envía los datos, así como una única dirección del destinatario que va a recibirlos.
Al momentos de enviar una transacción debe contener datos numéricos para la exactitud de la información.
Cuando se hace el envío, debe ir firmado con quien lo emite, ya que el receptor debe saber de donde provienen los datos, aunque esto se mantiene privado para el resto de la red.
Ya sabemos cómo funciona, pero ¿Qué ventajas o beneficios tiene?
El usuario que emite y aquel que recibe los datos conocen entre sí su identificación, sin embargo esto se mantiene oculto para el resto de la red. Por lo que, aunque la ubicación sí es visible y rastreable, el resto de usuarios con acceso a la información no conocerán el nombre de cada persona que realice la transacción.
A diferencia de los sistemas tradicionales que depositan toda su funcionalidad en un único servidor, en el caso del Blockchain puede seguir funcionando aunque suceda la caída de algunos de los nodos; podría estar activo uno solo y aún así podrían seguirse realizando transacciones.
Los datos al ser procesados por el nodo, que los guarda en la copia de la red, todos se mantienen allí, por lo que cualquier tiene acceso a ellos.
Para que las transacciones no sean fraudulentas, luego de enviadas estas no pueden ser modificadas. A partir de que son procesadas, solo se puede añadir información, jamás cambiarla.
Este sistema cobra cada vez más aceptación y se ha vuelto como una mirada al futuro por su confiabilidad y practicidad para comunicarnos y compartir datos; además de ser la forma más eficaz de almacenar los datos que se generan con el Internet de las cosas, presenta mayor alcance al momento de adquirir bienes digitales, y sobre todo es la plataforma que soporta las transacciones del bitcoin, que aquí te enseñamos qué es y dónde comprarlo.